2.55 de Chanel, la belleza de un clásico

Hace 50 años (Febrero de 1955) la célebre Cocó Chanel asistía a un evento deportivo benéfico en el hipódromo de Suresnes (París) cuando al ver el tipo de material y diseño de las sillas de montar, tuvo la idea de aplicarlo en uno de los accesorios que llevan su firma que sería uno de los más populares de todos los tiempos.

El 2.55 es un bolso que combina lo más significativo de la idiosincracia Chanel, en un artículo reconocido por la calidad de las pieles escogidas y la delicada terminación de sus detalles que se han convertido con el paso de los años en sello indiscutible de elegancia y estilo.
El proceso de fabricación de un 2.55 es altamente complejo pues intervienen de 6 a 15 personas según la etapa de diseño y montaje, y su confección incluye el bordado del conocido logotipo de la firma en el interior del bolso. Aproximadamente 20 horas son necesarias para la fabricación de uno de estos clásicos.

Así como la firma Chanel evolucionó en el tiempo, también lo han hecho algunos de sus modelos más emblemáticos. Karl Lagerfeld aportó al 2.55 un toque de distinción modificando sus líneas y haciéndolo más versátil. La mitad de estos modelos son fabricados exclusivamente en color negro, mientras que el otro 50% se reparte entre rojo, fucsia, beige, dorado, plata, entre otros.

50 años no parecen haber mellado el prestigio de este modelo que lucen tanto celebridades como personas comunes a las que las une un único factor: su buen gusto.